DE CÓMO EL ARMARIO DE LOS MATERIALES DE TRABAJO
ESTÁ SIEMPRE CERRADO E INACCESIBLE.
SONETO
Encuéntromelo siempre clausurado
y ocultando tesoro tan valioso,
que nunca tuve amor más quejumbroso
ni tal pasión a objeto venerado.
Relumbra en días de sol como un dorado
astro que reluciera vigoroso.
Por eso es que mi anhelo vagaroso
en todo ve la imagen de un candado.
Cerrado está, como una celosía,
custodiado con celo y con recelo.
Que tengo en el armario el alma mía.
Siendo así, verlo abierto es ver el cielo
y no espero otra cosa que ese día,
para dar muerte a tanto desconsuelo.
©Isabel Bermejo
Valderrubio (Granada), 1998
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