LA DESTRUCCIÓN DEL MITO
Julieta ha muerto
mientras la leña
se consume.
La ventana
se cerró para siempre.
Romeo está demasiado ocupado.
Julieta se ha sentado
en una silla de madera.
A esperar.
Pasan los días.
Julieta hace la colada.
Plancha la ropa.
Anuda sus trenzas
bajo el sol.
Romeo está demasiado ocupado.
Julieta peina sus canas.
Se cortó el pelo.
Leyó Macbeth.
Quemó su ajuar.
Ya no tiene regla.
Cantó «Penélope».
No tuvo un final heroico.
No tuvo estirpe.
No tuvo nietos bastardos.
Julieta prolongó sus brazos
escuálidos y huesudos
sobre la silla de madera.
Y murió
de fibrodisplasia osificante.
Qué vulgar.
© Isabel Bermejo
Todos los derechos reservados
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